martes, 18 de junio de 2013

Galletas de mantequilla con mermelada.

Hoy os traigo esta riquísima receta de "Galletas danesas". Quizá por este nombre no las conozcáis, ya que comúnmente se les suele llamar "galletas de mantequilla". Estas galletitas hechas de mantequilla, azúcar y harina, suelen venir envasadas en una caja de lata, de esas típicas que hay en todos los hogares y que después son utilizadas para guardar hilos, cromos, lápices...

Las galletas danesas clásicas no tienen sabor, pero algunas veces aparecen de vainilla o de chocolate. Además, se pueden encontrar de múltiples formas tales como círculos, óvalos, cuadrados... Eso dependerá de la imaginación y los gustos de cada uno.

Yo me decanté por hacer unas galletitas danesas con mermelada. Normalmente antes de hornearlas se hunde un poco el centro de la galleta y después de salir del horno, se le coloca ahí la mermelada. Yo, en cambio, he decidido cortar dos capas de masa de la misma forma, y en una de ellas hice un círculo más pequeño, para poner después la mermelada entre las dos.




Ingredientes para la base:
  • 300 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 100 gr. de azúcar blanco
  • 300 gr. de harina
Ingredientes para el relleno:
  • Mermelada de fresa, o cualquier otra confitura

Precalentamos el horno a 180ºC.
En un bol combinamos la mantequilla, el azúcar y la harina y amasamos con las manos hasta conseguir una masa uniforme y maleable. La envolvemos en papel film y la refrigeramos durante al menos una hora.
Cuando esté lista, espolvoreamos la superficie de la cocina con harina y extendemos la masa con un grosor entre 0,5 cm y 1 cm.
Cortamos dos capas de la misma forma, y con la ayuda de un descorazonador de manzanas (o otro molde más pequeño que la capa) hacemos un círculo en el medio de una de las capas. La capa sin círculo será la que nos servirá de base.
Cuando tengamos todas nuestras capas, las colocamos sobre papel de horno en una bandeja.
Las horneamos durante 30 minutos, o hasta que tomen un color dorado.
Cuando estén listas, las sacamos del horno y las dejamos enfriar, para después colocar la mermelada entre las dos capas de galleta.
Las dejamos enfriar en la nevera durante 30 minutos más o menos, para que se enfríe la mermelada.


Es una receta la mar de sencilla, y que gustará a todos. Yo la he hecho un montón de veces, y de formas y sabores diferentes, pero parece ser que la que más triunfa es ésta.



Para la presentación de vuestras galletas podéis hacer como yo, y meterlas en un tarro de cristal. Además, le he colocado una etiqueta autoadhesiva para que no fuese tan soso. La tapa del tarro la podéis cubrir con un trozo de tela y sujetarla con una cuerda, o unos hilos gruesos de colores.





Espero que las disfrutéis.
Muchos besos.
¡Feliz martes! 

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