¡Ay! Qué bien sienta la primavera y todos sus colores. Y es que después de más de mes y medio hoy os traigo una receta muy colorida, perfecta para esas tardes en las que no se sabe si al día siguiente hará sol o lloverá a cántaros.
Tenía esta receta preparada desde hace tiempo, pero no encontraba el momento idóneo para publicarla; quería esperar ese período de tiempo en el que existen días nublados y días de sol para poder elegir si tomarlas en una soleada tarde de picnic o en un nublado día de chocolate caliente casero. Además, ¿qué mejor que el intenso color rojo de las fresas para la primavera?
Tanto la receta de la masa quebrada como la de la crema pastelera y la de fresa están sacadas del libro de Sandra Mangas, más conocida en el mundo blogger como Sandeea, "La receta de la felicidad". Después de mucho insistir, el chico de la sonrisa colmilluda me lo regaló por nuestro aniversario y no tardé mucho tiempo en poner en práctica alguna de las recetas o, en este caso, en mezclaras. Y por cierto, 100% recomendable.
Ingredientes para la masa quebrada:
- 400 gr. de harina
- 200 gr. de mantequilla muy fría, cortada en cuadrados
- 100 ml. de agua muy fría
- Una pizca de sal
Ingredientes para la crema pastelera:
- 250 ml. de leche
- 250 ml. de nata para montar
- 150 gr. de azúcar blanco
- 30 gr. de maizena
- 3 yemas de huevo mediano
- Una vaina de vainilla
- Una cucharada de mantequilla
Ingredientes para la crema de fresa:
- 250 gr. de fresas (pueden ser congeladas)
- 150 gr. de azúcar
- El zumo de medio limón
Preparación:
1. Comenzamos haciendo la masa quebrada. Primeramente, en un bol ponemos la mantequilla, la harina y la sal. Con las puntas de los dedos, o entre las palmas, vamos rotando la mantequilla y la harina para unirlas, formando unas migas del tamaño de un guisante. Debemos trabajar deprisa, pues no queremos que se desarrolle el gluten de la harina ni que se funda la mantequilla.
2. Añadimos el agua muy fría y formamos una bola. La envolvemos en papel film e introducimos en el frigorífico unos 30 minutos.
3. Transcurrido ese tiempo, sacamos de la nevera y estiramos entre dos láminas de papel vegetal con ayuda de un rodillo, dejando un grosor de 0,5 aproximadamente.
4. Cubrimos la base de nuestros moldes con la masa, presionando bien, y recortamos el exceso de masa que sobresalga de los moldes pasando el rodillo por encima.
5. Llevamos al congelador/nevera las bases mientras precalentamos el horno a 170º (unos 15 minutos). Horneamos las bases en blanco alrededor de 10 minutos y mientras preparamos el relleno.
6. Para la crema pastelera, primero disolvemos la maizena en un poco de leche y añadimos las yemas de huevo batidas. Reservamos.
7. Llevamos a ebullición la nata con el resto de la leche, la vaina de vainilla y el azúcar. Cuando hierva, retiramos del fuego y unimos a la mezcla de leche, maizena y yemas que habíamos reservado.
8. Volvemos a poner a fuego lento, removiendo sin cesar hasta que espese la crema.
9. Retiramos del fuego y añadimos una cucharada de mantequilla. Quitamos la vaina de vainilla, mezclamos bien y dejamos enfriar. Cuando esté fría, rellenamos las tartaletas con la ayuda de una manga pastelera y podemos adornar con pequeños trozos de fresas.
10. Por último, para la crema de fresas, primero lavamos las fresas y las ponemos en un cazo a fuego medio junto con el azúcar y el zumo de limón.
11. Removemos sin cesar durante unos 20 minutos, mientras la mermelada hierve suavemente.
12. Retiramos del fuego y dejamos enfriar. Decoramos nuestras tartaletas con la ayuda de una cuchara.
¡Que disfrutéis!
Fani.♥