Mini-croissants.

Desde que empezó mi aventura gastronómica me levanto todos los días con ganas de unos croissants calentitos, tiernos y ricos. La verdad es que por una cosa o por la otra nunca los desayuno, y siempre me quedo con las ganas.

Ya desde hace algún tiempo empezó a rondarme en la cabeza la idea de hacerlos yo misma, así no tendría que levantarme de la cama, vestirme e ir a la tienda, sino que me saldría de la cama, iría hasta la cocina todavía en pijama y ¡ñam, a comer!

Nunca había probado a hacerlos porque el hojaldre me daba mucho respeto, y hacer la masa aún más. Por eso, esta primera vez los he hecho con hojaldre congelado.

El hojaldre que yo compré es este, es de la marca DIA y trae dos placas de 250 gr cada una. La verdad es que se maneja bastante bien, y a pesar de lo que yo pensaba en un principio, el sabor es excelente.

He decir que mis croissants no tienen mucha forma de croissant, pero bueno, todo es cuestión de práctica.

Ingredientes:

• Masa de hojaldre (A mí una placa de 250 gr. me dio para unos 20 mini-croissants)

Cuando la masa de hojaldre se haya descongelado la estiramos sobre una superficie enharinada con la ayuda de un rodillo. La masa tiene que quedar lo más rectangular posible.

A continuación, cortamos la masa en triángulos, y en la parte más ancha hacemos un corte vertical.

Estiramos los picos hacia los lados, y partiendo de los interiores, los vamos enrollando hacia abajo. Las patas las podéis dejar curvadas o rectas.

Untamos los croissants con yema de huevo batida y los horneamos durante 10/15 minutos a 180ºC.

*Nota: Si tenéis alguna duda de cómo hacerles la forma, mirad este video:

Después, si queréis, podéis derretir un poco de chocolate al baño maría, mojar la mitad de un croissant y dejarlo enfriar para que os queden tal y como los venden en algunas panaderías.

También, antes de darles dorma a los croissants, podéis meterle en medio un trozo de chocolate o un poco de nocilla/nutella para hacerlos rellenos.

¡Que los disfrutéis!

Feliz domingo.

Mini-croissants.

Desde que empezó mi aventura gastronómica me levanto todos los días con ganas de unos croissants calentitos, tiernos y ricos. La verdad es que por una cosa o por la otra nunca los desayuno, y siempre me quedo con las ganas.

Ya desde hace algún tiempo empezó a rondarme en la cabeza la idea de hacerlos yo misma, así no tendría que levantarme de la cama, vestirme e ir a la tienda, sino que me saldría de la cama, iría hasta la cocina todavía en pijama y ¡ñam, a comer!

Nunca había probado a hacerlos porque el hojaldre me daba mucho respeto, y hacer la masa aún más. Por eso, esta primera vez los he hecho con hojaldre congelado.

El hojaldre que yo compré es este, es de la marca DIA y trae dos placas de 250 gr cada una. La verdad es que se maneja bastante bien, y a pesar de lo que yo pensaba en un principio, el sabor es excelente.

He decir que mis croissants no tienen mucha forma de croissant, pero bueno, todo es cuestión de práctica.

Ingredientes:

• Masa de hojaldre (A mí una placa de 250 gr. me dio para unos 20 mini-croissants)

Cuando la masa de hojaldre se haya descongelado la estiramos sobre una superficie enharinada con la ayuda de un rodillo. La masa tiene que quedar lo más rectangular posible.

A continuación, cortamos la masa en triángulos, y en la parte más ancha hacemos un corte vertical.

Estiramos los picos hacia los lados, y partiendo de los interiores, los vamos enrollando hacia abajo. Las patas las podéis dejar curvadas o rectas.

Untamos los croissants con yema de huevo batida y los horneamos durante 10/15 minutos a 180ºC.

*Nota: Si tenéis alguna duda de cómo hacerles la forma, mirad este video:

Después, si queréis, podéis derretir un poco de chocolate al baño maría, mojar la mitad de un croissant y dejarlo enfriar para que os queden tal y como los venden en algunas panaderías.

También, antes de darles dorma a los croissants, podéis meterle en medio un trozo de chocolate o un poco de nocilla/nutella para hacerlos rellenos.

¡Que los disfrutéis!

Feliz domingo.

Bebida veraniega: Agua de frutas.

¡Por fin llegó el verano! El 21 de Junio comenzó oficialmente la estación más esperada del año. A algunos lugares de la Península ya había llegado, incluso ya llevaba tiempo, pero aquí en Galicia no llegó hasta el día de San Juan.

Cuando aquí se llega a los 23º de máxima (¡ojo, aquí ya es muchísimo!) la calor se apodera de nuestros cuerpos y hace que deseemos meternos en el agua de la playa o el río, buscar sombra, comer comida fresquita, y por supuesto, tomarse algo de beber que te refresque.

Por eso, para celebrar la llegada del verano y poder aguantar estas abrasantes temperaturas, os traigo unas bebidas muy veraniegas, deliciosas y refrescantes.

La idea la he sacado de aquí. El agua de frutas es muy sencilla de preparar, apenas lleva tiempo, son fáciles de conservar y refrescan un montón, además son súper sanas porque en teoría no deberían llevar azúcar, aunque yo les he puesto un poco.

Las que yo he preparado son de naranja y limón y de sandía. (De los de sandía no hay foto, ya que los preparé después)

Para prepararlas necesitamos:

• Tarros de cristal o vasos
• Fruta variada
• Azúcar
• Hielos
• Agua

Llenamos cada tarro o vaso hasta 1/3 de su capacidad con los trozos de la fruta elegida.

Aplastamos un poco la fruta para que suelte su jugo, pero sin llegar a triturarla del todo.

A continuación, le echamos azúcar al gusto. Recordad que no es obligatorio ponérselo, pero yo se lo he echado para que el sabor del limón no le diese al agua un sabor muy amargo.

Después los llenamos con hielo y con agua. Removemos con una cuchara larga y ¡listas!.

Podéis meterlas en la nevera durante una hora para que estén más frías. Yo las metí durante 24H. para que la fruta macerase y el agua cogiese más sabor, pero si tenéis prisa con una hora sería suficiente, o incluso podéis omitir la refrigeración.

Si queréis que os duren más de un día, os recomiendo utilizar tarros de cristal, ya que si los cerráis y los refrigeráis se conservarán así varios días.

A mí ha sido una bebida que me ha gustado especialmente, sobretodo el agua de sandía. El chico de la sonrisa colmilluda y yo las hemos bebido esta tarde mientras disfrutábamos de un picnic improvisado a la orilla del río.

Bocadillo de jamón serrano y queso, sándwich vegetal, melón y agua de frutas.

¡Que disfrutéis!

Bebida veraniega: Agua de frutas.

¡Por fin llegó el verano! El 21 de Junio comenzó oficialmente la estación más esperada del año. A algunos lugares de la Península ya había llegado, incluso ya llevaba tiempo, pero aquí en Galicia no llegó hasta el día de San Juan.

Cuando aquí se llega a los 23º de máxima (¡ojo, aquí ya es muchísimo!) la calor se apodera de nuestros cuerpos y hace que deseemos meternos en el agua de la playa o el río, buscar sombra, comer comida fresquita, y por supuesto, tomarse algo de beber que te refresque.

Por eso, para celebrar la llegada del verano y poder aguantar estas abrasantes temperaturas, os traigo unas bebidas muy veraniegas, deliciosas y refrescantes.

La idea la he sacado de aquí. El agua de frutas es muy sencilla de preparar, apenas lleva tiempo, son fáciles de conservar y refrescan un montón, además son súper sanas porque en teoría no deberían llevar azúcar, aunque yo les he puesto un poco.

Las que yo he preparado son de naranja y limón y de sandía. (De los de sandía no hay foto, ya que los preparé después)

Para prepararlas necesitamos:

• Tarros de cristal o vasos
• Fruta variada
• Azúcar
• Hielos
• Agua

Llenamos cada tarro o vaso hasta 1/3 de su capacidad con los trozos de la fruta elegida.

Aplastamos un poco la fruta para que suelte su jugo, pero sin llegar a triturarla del todo.

A continuación, le echamos azúcar al gusto. Recordad que no es obligatorio ponérselo, pero yo se lo he echado para que el sabor del limón no le diese al agua un sabor muy amargo.

Después los llenamos con hielo y con agua. Removemos con una cuchara larga y ¡listas!.

Podéis meterlas en la nevera durante una hora para que estén más frías. Yo las metí durante 24H. para que la fruta macerase y el agua cogiese más sabor, pero si tenéis prisa con una hora sería suficiente, o incluso podéis omitir la refrigeración.

Si queréis que os duren más de un día, os recomiendo utilizar tarros de cristal, ya que si los cerráis y los refrigeráis se conservarán así varios días.

A mí ha sido una bebida que me ha gustado especialmente, sobretodo el agua de sandía. El chico de la sonrisa colmilluda y yo las hemos bebido esta tarde mientras disfrutábamos de un picnic improvisado a la orilla del río.

Bocadillo de jamón serrano y queso, sándwich vegetal, melón y agua de frutas.

¡Que disfrutéis!

Nuevos inquilinos en la cocina.

Dicen que madre no hay más que una, y yo tengo a la mejor del mundo.
¡Mirad qué cosas más bonitas me ha traído de su fin de semana en Madrid!

- Molde para freír huevos en forma de conejo. Seguro que también lo utilizo para hacer galletas enormes. 

- Cubitera con formas de manzana. También la utilizaré para hacer bombones.

- Y éste ha sido el regalo más esperado, el que me más me ha gustado y el que más utilizaré sin duda alguna. Una batidora amasadora.

La batidora es de la marca Carrefour home, y se puede buscar por el nombre "HHM300-12".  Tiene una potencia de 400 W y 5 velocidades, además de la función turbo.

Incluye dos brazos batidores (los de la izquierda) y dos ganchos amasadores (los de la derecha). Los brazos batidores se utilizan para salsas, productos lácteos  postres batidos, nata, para huevos a punto de nieve, nata montada, etc. Los ganchos amasadores se utilizan para mantequilla, patatas y masas ligeras.

Además de ser pequeñita y pesar poco, trae una base donde colocar el cuerpo y los accesorios cuando no se esté utilizando.

La verdad es que no he tenido ocasión de estrenarla todavía, pero en cuanto lo haga os contaré qué tal, aunque seguro que es fantástica.

¡Feliz jueves!

Nuevos inquilinos en la cocina.

Dicen que madre no hay más que una, y yo tengo a la mejor del mundo.
¡Mirad qué cosas más bonitas me ha traído de su fin de semana en Madrid!

- Molde para freír huevos en forma de conejo. Seguro que también lo utilizo para hacer galletas enormes. 

- Cubitera con formas de manzana. También la utilizaré para hacer bombones.

- Y éste ha sido el regalo más esperado, el que me más me ha gustado y el que más utilizaré sin duda alguna. Una batidora amasadora.

La batidora es de la marca Carrefour home, y se puede buscar por el nombre "HHM300-12".  Tiene una potencia de 400 W y 5 velocidades, además de la función turbo.

Incluye dos brazos batidores (los de la izquierda) y dos ganchos amasadores (los de la derecha). Los brazos batidores se utilizan para salsas, productos lácteos  postres batidos, nata, para huevos a punto de nieve, nata montada, etc. Los ganchos amasadores se utilizan para mantequilla, patatas y masas ligeras.

Además de ser pequeñita y pesar poco, trae una base donde colocar el cuerpo y los accesorios cuando no se esté utilizando.

La verdad es que no he tenido ocasión de estrenarla todavía, pero en cuanto lo haga os contaré qué tal, aunque seguro que es fantástica.

¡Feliz jueves!

Pastitas de naranja.

En estos días de calor lo que más apetece es tomar algo fresquito, como una fruta, ¿no? Y qué mejor que tomar fruta en forma de galleta.

Junto con las galletas de plátano decidí hacer estas pastitas de naranja, ideales para una merienda en la playa, para tomar mientras se pasea por la vera de un río, para acompañar un café, etc.

He de decir que las cantidades de esta receta dan para 9 o 10 galletas como máximo, para conseguir más debéis doblar las cantidades.

Ingredientes:

• 2 naranjas
• 50 gr. de mantequilla en pomada (aquí tenéis qué es y cómo hacerla)
• 75 gr. de harina
• 1 cucharada y 1/2 de azúcar blanco

En un cuenco grande mezclamos la mantequilla, el azúcar, y la ralladura de naranja hasta que esté todo bien integrado.

Después tamizamos la harina, la añadimos y mezclamos bien hasta obtener una pasta manejable y sin grumos.

Cuando la tengamos, hacemos una bola, la envolvemos en papel film transparente y refrigeramos en la nevera durante 30 minutos.

Pasada la media hora, la sacamos del frigo.

Precalentamos el horno a 180º y mientras se va calentando, cogemos un trozo de masa, la ponemos sobre una superficie enharinada y con la ayuda de un rodillo la estiramos.

Podemos hacer las pastas de la forma que queramos, en este caso yo las he hecho de forma cilíndrica (igual que aquí).

Colocamos nuestras pastas en una bandeja con papel de horno y horneamos durante 12 minutos, o hasta que estén doradas.

Lo siento, no tengo prácticamente ninguna foto del resultado final. Pero como han tenido tanto éxito, seguro que las vuelvo a hacer, y ahí ya les sacaré más fotos para que veáis mejor la pinta que tienen. ¡Os lo prometo!

La verdad es que son muy fáciles de hacer, y huelen y saben tanto a naranja... Para mí están más ricas que las de plátano, pero para gustos. Si os animáis a hacer ambas recetas espero que me digáis cuál os ha gustado más.

¡Feliz martes!

Pastitas de naranja.

En estos días de calor lo que más apetece es tomar algo fresquito, como una fruta, ¿no? Y qué mejor que tomar fruta en forma de galleta.

Junto con las galletas de plátano decidí hacer estas pastitas de naranja, ideales para una merienda en la playa, para tomar mientras se pasea por la vera de un río, para acompañar un café, etc.

He de decir que las cantidades de esta receta dan para 9 o 10 galletas como máximo, para conseguir más debéis doblar las cantidades.

Ingredientes:

• 2 naranjas
• 50 gr. de mantequilla en pomada (aquí tenéis qué es y cómo hacerla)
• 75 gr. de harina
• 1 cucharada y 1/2 de azúcar blanco

En un cuenco grande mezclamos la mantequilla, el azúcar, y la ralladura de naranja hasta que esté todo bien integrado.

Después tamizamos la harina, la añadimos y mezclamos bien hasta obtener una pasta manejable y sin grumos.

Cuando la tengamos, hacemos una bola, la envolvemos en papel film transparente y refrigeramos en la nevera durante 30 minutos.

Pasada la media hora, la sacamos del frigo.

Precalentamos el horno a 180º y mientras se va calentando, cogemos un trozo de masa, la ponemos sobre una superficie enharinada y con la ayuda de un rodillo la estiramos.

Podemos hacer las pastas de la forma que queramos, en este caso yo las he hecho de forma cilíndrica (igual que aquí).

Colocamos nuestras pastas en una bandeja con papel de horno y horneamos durante 12 minutos, o hasta que estén doradas.

Lo siento, no tengo prácticamente ninguna foto del resultado final. Pero como han tenido tanto éxito, seguro que las vuelvo a hacer, y ahí ya les sacaré más fotos para que veáis mejor la pinta que tienen. ¡Os lo prometo!

La verdad es que son muy fáciles de hacer, y huelen y saben tanto a naranja... Para mí están más ricas que las de plátano, pero para gustos. Si os animáis a hacer ambas recetas espero que me digáis cuál os ha gustado más.

¡Feliz martes!

Galletas de plátano.

Estas galletas están riquísimas y son muy fáciles de hacer. Las he sacado de este blog (omitiendo las gotas de chocolate), ella las ha hecho para una campaña de Intermón Oxfan que reivindica el derecho a la alimentación, y se llama "Mesa para 7.000 millones".

La verdad es que el título le va perfecto a esta receta, y es que te salen galletas como para 7.000 millones de personas. (Todo esto dicho desde el respeto y admiración hacia esta ONG y sus campañas)

La receta no tiene complicación alguna, lo que os puede hacer dudar es el término "mantequilla en pomada", pero os explico más abajo qué significa y cómo se hace.

Ingredientes:

• 250 gr. de plátanos pelados y convertidos en crema
• 150 gr. de mantequilla en pomada
• 300 gr. de harina
• 150 gr. de azúcar
• 1 sobre de levadura química
• Una pizca de sal
• 2 huevos

*Nota: La mantequilla en punto pomada es un estado intermedio entre la mantequilla líquida y la mantequilla sólida. Para conseguirla hay que seguir los siguientes pasos: 1) Corta en taquitos la mantequilla que necesites para la receta. 2) Mete en el microondas a máxima potencia hasta que se derrita la mitad de la mantequilla (unos 20 o 30 segundos). 3) Ahora con un tenedor bate la mantequilla hasta que se forme una mezcla homogénea. La mantequilla derretida fundirá con su calor la mantequilla que queda sin derretir. 4) Ahora simplemente deja que se enfríe la mezcla y en unos minutos se pondrá con la textura cremosa de la mantequilla en pomada.

En un cuenco tamizamos la harina, sal y levadura y las reservaremos.

Trituramos los plátanos con una batidora hasta obtener una crema. En otro cuenco batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta obtener una crema homogénea. Añadimos los huevos, uno a uno, sin dejar de batir. Incorporamos el puré de plátano y lo mezclamos todo muy bien.

Finalmente agregamos la mezcla de harina y batimos hasta conseguir una crema pegajosa.  Sobre una superficie enharinada extendemos la masa y cortamos las galletas con la forma que queremos. Yo, antes de meterlos en el horno, los barnicé con una capa de huevo batido. 

Horneamos en horno precalentado a 200º, con calor arriba y abajo, unos 15 minutos o hasta que estén doradas. Dejamos que se enfríen por completo en una rejilla.

Ya veis que son súper fáciles de hacer. En las fotos podéis ver otras galletas de forma alargada, esas son de naranja, y os diré cómo hacerlas en otro post.

¡Que disfrutéis!